martes, 28 de septiembre de 2010
Cuaderno de Bitácora.
Día 6:
Bueno bueno, pues ya en casa. No en la mía, que no me atrevo aun por las escaleras, sino en la casa de mi madre que como la de todos es una bendita y a uno le cuida y le trata como nadie, o casi nadie, que no quiero despertar susceptibilidades.
Como anuncié ayer hoy me han dado el alta. Creo que es la primera vez que tengo que hacer algún trámite administrativo en el entorno SAS y lo consigo todo a la primera. Récord absoluto: 13.30 hs. tres gestiones pendientes; 14.05 hs. tres gestiones realizadas con éxito. Ya tengo cita con el trauma en cuatro semanas, programadas las placas de RX, y cita para la consulta de rehabilitación en un par de días. Y todo ello con mis veinticuatro grapas, mi rodillera DonJoy y mis muletas, que no mulatas. Bueno, y gracias también al que el Dr. Vidal ha dejado todo perfectamente detallado, y solo he tenido que hacer lo que por escrito me ha indicado. Además de buen "carpintero especializado", buen administrativo, enhorabuena.
Y es que en el hospital me han tratado de maravilla, lo cual no solo no sorprende pues evidencia el nivel de profesionalidad del personal clínico, sino que alienta el ánimo para el futuro. Si el otro día protesté públicamente a través del Ideal, desde luego mi enojo no era en ningún caso con los profesionales que allí trabajan, sino con la banda de burócratas nombrados a dedo que con tal de presentar cifras favorables ante los consejos de administración de la Junta de Andalucía, son capaces de no solo hacer mal su trabajo, sino además comportarse de manera detestable y maltratar a cualquier paciente que se ponga a tiro, sin ser capaces después de mediar la más mínima disculpa, ni de sentir la mas mínima vergüenza.
Pero bueno, lo pasado, pasado está, y ahora toca recuperar la "rodillita" para ver si soy capaz de volver a contar algo que haya podido hacer yo mismo. No estaría mal, verdad?
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