sábado, 19 de enero de 2013

Last Chance Lance! Armstrong Unchained.


Menuda sociedad hipócrita esta en la que vivimos. O sea que ahora todo Cristo escandalizado porque el texano ha confesado que se dopo durante su etapa de ciclista profesional. Vaya! Tramposo Tramposo Tramposo! Malo Malo Malote!! Gritan algunos. Menudos alfeñiques. Menudo circo, apúntate otra Lance! Hasta para esto eres un crack!

Esto es como lo del otro día cuando en la prensa deportiva alababan la actitud honorable de un corredor español que ante el despiste del que iba primero en la prueba de cross en la que ambos participaban, no quiso cruzar la meta sin esperar a que el otro pasara primero. Oh! Si! Qué actitud tan olímpica y deportiva!...Yo soy su entrenador y le corro a gorrazos por idiota. Le diría-Si el otro se despistó es que no estaba concentrado y entregado al 100% en la prueba, y por tanto, no merecía ganar. Has perdido una oportunidad de oro, y eso se llama no saber competir.

Lo que está haciendo ahora la prensa y el entorno mediático en general , es desde mi punto de vista, la manifestación de hipocresía periodística más grande que he visto en años. Virgen Santa, a estas alturas de la película, rasgarse las vestiduras con esto. Solo falta que vayan encargando la cruz y la caja de pino para este tío. Tiene gracia, como sale lo de la pasta que ha ganado. Claro, ninguno de los periodistas va a decir que durante esos años se hartaron de vender Marcas y Ases durante el mes de julio gracias a ese arrogante mozuelo siempre vestido de amarillo, y que a lo mejor ese dinero, fruto del mismo engaño, pues también habría que hacer algo con él. Y por cierto, éste si tiene que devolver la pasta, y hasta el diente de oro que se puso. Pero perdón por la demagogia, entonces los Bárcenas, los Pujol, los Urdangarín, y esa innumerable banda de hijos de perra que si nos estafan a todos de verdad, entonces que han de hacer? Eso es otro rollo, desde luego.

Vamos a ver si lo digo claro. Todos los deportistas de élite toman sustancias que mejoran su rendimiento, prohibidas y no prohibidas. Este consumo, y su manejo científico van años por delante de las pruebas que lo detectan y de las leyes que tratan de impedirlo, y mientras no nos demos cuenta de que el deporte, tal y como nos gusta verlo en la tele del salón, es puro y duro espectáculo y que se costea gracias a la guita que genera con la publicidad, seguiremos siendo tan hipócritas como lo estamos siendo ahora.

Y ahora, con respecto a lo de Armstrong diré que me lo pasé de narices con él. Como ya he dicho en este foro, caer en la ignorancia supina de pensar que solo con las Transfusiones, la EPO , la Testosterona o el Clembuterol se ganan los Tour de Francia, es manifestar un desconocimiento absoluto de la materia y un idealismo propio de la época victoriana. Fuera aparte de la repercusión legal que tenga esto, a LA se le puede echar en cara que haya mentido sistemáticamente cuando decía lo contrario a la verdad, se le puede recriminar que no ha tenido ni un miligramo de humildad o de prudencia, pero más allá de eso, todo es hipocresía. Este tío entrenaba como un burro, más y mejor que nadie probablemente, y desde aquí solo he de recordar que la mayoría de los que le acompañaron en el cajón de los Elíseos durante sus siete años de reinado, también han estado involucrados en asuntos turbios de dopaje. Es más, a ver si cuando dentro de unos días se celebre por fin el juicio de la Operación Puerto, salen también las hordas de fariseos con la misma vehemencia. Armstrong era un ciclista irrepetible. Si se dopaba me la trae al pairo, ya lo sabía. No me interesaba en absoluto, yo solo quería pasar un rato de emoción y de ciclismo mientras veía la 2 después de comer, y eso me lo dio con creces. Y toda la pasta que ahora le reclama hasta el aparcacoches, habría que ver también cuantas cuentas corrientes de Nike, de Oakley, de Discovery, de Trek, de Sram, de Bontrager y de todas esas firmas comerciales engordaron año a año gracias a que este tío no paró de dar pedales.

Queréis un deporte sin dopaje? Aficionaos al Curling. Queréis pasar las tardes de julio pegados a la tele viendo como unos flacuchos suben a veinticinco kilómetros por hora las rampas del Tourmalet? Dejaos de hipocresías y de chuminadas y vamos todos a asumir que el show debe continuar. La superación tiene estas cosas, y si no se llega a batir la marca anterior, si no se supera al contrincante, entonces no hay premio, no hay contratos millonarios, no hay tele, no hay anuncios, no hay marcas, no hay nada. Pobre del Barón. Altius, Fortius, Citius! Qué gran slogan el del Olimpismo, pero que sutil invitación a mejorar siempre...o a mejorar como sea, no?.