sábado, 25 de septiembre de 2010

Cuaderno de Bitácora.

Día 3:

Lo de ayer no lo puedo contar pues me pusieron anestesia general y como es lógico, de nada me entere. El que haya pasado por esto sabe como son las sensaciones después de despertar tras una anestesia, para el que no, es fácil de explicar:la resaca mas gorda de tu vida. Por lo visto terminaron a las 13.30 y sobre las dos me subieron a mi habitación, pero la verdad es que hasta las ocho de la tarde más o menos, no me entere casi de nada.

Hoy me he visto la herida y no tiene mal aspecto, son veinticuatro grapas en total, de norte a su por la rotula, por lo que se supone que me habrán cortado un trozo de tendón rotuliano para hacer el injerto del cruzado anterior, que es lo que me han reparado. Del posterior no han hecho nada, parece que hay problemas.

La noche ha sido penosa, más que nada por los dolores y la incomodidad así que ver amanecer ha sido una alegría total. El resto del día, pues ya se sabe, calmantes, cansancio y visitas agradables. Sobre todo la des los niños, aunque la cara que tenían era como de no gustarles demasiado verme así.

Como no podía ser de otra forma, ha habido hasta anécdota del día, pues al enchufar el portátil a la corriente, se ha quemado el adaptador y se ha ido la luz de toda la planta. Acojonante la cara de electricista cuando ha entrado en la habitación y ha olido la peste a quemado! Afortunadamente, la cosa no ha ido a mayores, y como estoy indefenso no se han ensañado mucho conmigo.

Hoy, a estas horas, me encuentro muchísimo mejor que ayer, por lo que poquito a poco, la cosas parece que se va arreglando. Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario