miércoles, 29 de diciembre de 2010

En degenerando...





Cuenta la anécdota que cierto banderillero ex-miembro de la cuadrilla de un famoso matador, cuando fue preguntado por éste sobre cómo había llegado a ser gobernador civil de una gran ciudad, respondió con un lacónico "en degenerando, degenerando...". Y es que muchas veces, lo que empieza siendo una cosa, "en degenerando degenerando" termina siendo otra completamente diferente.

De poco vale ahora pensar en que las intenciones son siempre las mejores, que los planes iniciales no son siempre definitivos, o que los imprevistos son eso, imprevistos. A lo pasado tierra, si, ¿pero acaso no conviene volver atrás la mirada antes de enterrarlo?

Cuando llego a un hotel, a un comercio o a donde sea que tengan esas urnas de metacrilato con una cajetilla de impresos de sugerencias al lado, siempre me da un poco de risa. ¿Quién cojones se lee eso? ¡Menuda chorrada! Osea que "Pepe NH" o "Manolo Meliá" me van a hacer caso, y a partir de ahora van a poner el zumo de naranja natural en vez de la mierda esa que ponen. La verdad, no lo creo. Y como no lo creo, me ahorro el esfuerzo, y directamente me tomo un Omeprazol por si acaso se me ocurre la majadería de echarme un vaso de esa inmundicia. Ahora, que no me vendan la burra, y que no me digan que el zumo está de lujo cuando ni el mejor de los inhibidores de la bomba de protones detiene la regurgitación de ácidos gastricos y la pirosis nocturna, porque entonces es cuando la auto-complacencia y la irrealidad se convierten en desagradables estridencias.

Cometer fallos nos humaniza, y asumirlos nos dignifica, pero si además de eso tratamos de remediarlos, seremos ejemplo ante los ojos de los demás, y eso ni se compra con dinero ni se adquiere con trabajo, simplemente lo da el valor humano más extraño de todos: la humildad.

Compartir estos días ha sido inolvidable, y de todos y cada uno de los presentes, el recuerdo que perdurará será siempre el mejor, pues en la naturaleza, los buenos momentos adquieren por derecho la élfica inmortalidad. Aun así, no me puedo resistir a citar algunas de las compañas que me han hecho disfrutar de manera especial: "Amigo, Gran Amigo" Rafa Mateos, (perdón por el parafraseo Rafica!)ejemplo del buen compañero siempre dispuesto a ayudar, abnegación por oficio, prudencia como sacrificio; El "Pere", que el año pasado ya me dejo marcado con sus experiencias pero que este año ha destapado el tarro de las esencias del buen montañero solidario, ¡y ese perro!; Alejandro, que parece el joven Harvey de los Capitanes Intrépidos de Kipling: ayer impartió lecciones de madurez sin despeinarse, ¡qué tío!; Noelia, Eva y Marité, o lo que es lo mismo, manual de como adaptarse al entorno, y adaptar el entorno a uno mismo; Pipo, el sentido del humor que esconde la superioridad sobre la montaña, más duro, pues más optimismo, ¡hay quien nace coño!; Fernando: ¡a donde sea!, tu guías, yo te sigo, y mientras a pasarlo bien con las parábolas, La Perlita, el atardecer o la psoriasis sin ser de Soria, porque el monte es eso, a las duras y a las maduras. Y Belén, y Manolo, y Pepe, y Jesús, y Dian, y Trini, y Amador, y José, Paco...y todos con los que he compartido gratas experiencias.

Se va un año lleno de complicaciones y situaciones adversas para muchos, pero como siempre, el optimismo debe permanecer pues así, afrontar nuevos desafíos se hace más llevadero. Nadie sabe que pasará en los próximos doce meses, pues de igual forma que se han cumplido retos tan importantes y notorios como una Vuelta a Sierra Nevada por la Ruta Sulayr o una exitosa expedición a las Cumbres Andinas, los inconvenientes en forma de lesiones, las incompatibilidades laborales, o simples pero siempre definitivos cambios familiares pueden hacer que nuestros deseos no se lleven bien con la suerte, y que nos quedemos en dique seco, recluidos como legionarios romanos en nuestros particulares cuarteles de invierno. Todo se verá, mientras tanto, como hacerse ilusiones es gratis, yo ya he empezado a imaginar dónde iremos la próxima vez...

Pd. Suerte y ánimo para la organizadora, seguro te luces. ¡Vivan los Hijos del Naute!

No hay comentarios:

Publicar un comentario