Si pudiera, me gustaría poder decir algo nuevo del rollo este de la operación galgo y sus supuestos traficantes, pero la verdad es que cada día que pasa, las cosas me parecen más disparatadas, y poco a poco, tengo la sensación de que todos aquellos que son sospechosos, son culpables sin más, pasando o no pasando, por mayor o menor cantidad, dando o no positivo, ganando o no ganando, les hayan trincado o no.
Y lo mejor de todo es que me importa un rábano. Es más, cada día estoy mas convencido de que puesto que la vuelta al deporte amateur es imposible, se debería permitir y no controlar el doping, dejándolo en manos del deportista y de su profesionalidad. El deporte es espectáculo, desde la liga BBVA hasta la Olimpiada, todo está influenciado por los intereses económicos de cadenas de televisión, de marcas deportivas o de la puñetera Coca-Cola, así que si queremos que el deporte siga batiendo récords y marcas, o nos quitamos de encima la hipocresía reinante y asumimos el consumo como algo necesario, o nos vamos a hartar de reír a medida que vayan cayendo los supuestos héroes nacionales e internacionales.
Mientras tanto, solo una cosa más: ¿de verdad hay alguien que crea que los civiles se van a arriesgar a entrar en la casa de Marta Domínguez sin estar seguros del resultado?
El caso es que cuando hablar de deporte está irremediablemente atado a hablar de drogas, de lo que me da gana es de someter el tema a un periodo de barbecho forzoso, que como casi siempre viene de maravilla para todas las cosas. Ademas, teniendo en cuenta que en la montaña en principio está permitido el consumo de casi cualquier cosa, pues confieso a los cuatro vientos mi culpabilidad y señoría, asumo los cargos: me he dopado y me dopo.
coño jose ignacio, tomas drogas para mejorar el rendimiento,o lo de todos? <No me sorprende, yo también lo hago y lo he hecho..
ResponderEliminarReflexión: simplemente para vivir, que tire la primera piedra el exento de pecado, la sociedad ha creado una forma de vida estresante, insoportable, sólo valen los fuertes, pero no los adaptaptables a la naturaleza, sino los adaptables a ser seres idénticos, chupatintas, dependientes, sin personalidad, politicuchos, y verdaderos zombis, sin capacidad para pensar para ser individualmente únicos
, pues si, para soportar esto existen psicóloos, siquiatras, pastillas, relajantes, el fútbol, el alcohol, las copas, las drogas, el corte ingles etc.. cada uno sobrevive en esta selva como puede, y si tal exigencia es para vivir, ni que contar para servir a la sociedad deboradora de espectáculo, a lo grande, grandes partidos, grandes carreras, grandes batallas deportivas, en las que no importa el individuo, sino el fin, y el transfondo económico. Es decir, una mierda. !que coño queremos! VUELVO A REPETIR, QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO, ¿quien no busca un amuleto, una dependencia a LA QUE ACOGERSE PARA SOBREVIVIR...?
basta de hipocresia, de dirigentes y políticos, de puristas y religiosos, me quedo con el deportista, dopado o no, es únino, metódico, trabajador, solitario, profundo, ambicioso, paciente, sufridor y siempre, simpre, la víctima... Hoy escribo esto un poco ahumado, si, si, borrachuzo, tapando las miserias cotidianas, lo mismo que el deportista pero sin hipocresia.
Según mi abuelo,campesino, lo asombroso es que un árbol no crea una hoja igual a otra en el mismo árbol, y éste no la hace igual a las de otro árbol pese a ser la misma especie, asi es también el ser humano, biodiverdisas se llama, y la grandeza de eso está en la individualidad, en ser únicos, irrepetibles, distintos.., como los deportistas, y sin embargo se ha olvidado..,, hoy, más que nunca, imploro una exaltación del deportista. Cuando entreno en solitario no puedo sino acercarme a ellos a los que sufren y se ilusionan en silencio y dedican su vida a ello. pOR dIOS sR. lISAVESKI, sR. Odriozola, ¿quedan tan lejos los días en los que echaban espumarajos tras un entrenamiento?....
Ahí queda eso! Como tu, para el doping siempre he preferido el vino del bueno como terapia, y en cualquier caso un Espidifen o un Airtal para los dolores.
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