Tropecientasmil personas en Puerta Real, los Cármenes y por las principales avenidas Granada, y con derecho. Es de justicia, pues por fin, tras muchos años de peregrinar por el desierto de las divisiones menores, el equipo local, no el invento, sube a primera división. Mas cojones que palmeras, el Elche se tendrá que esperar.
Si dijera que soy del Granada mentiría, lo que pasa es que soy de Granada, y por tanto, más allá de sentirme orgulloso de una ciudad tan maltratada institucionalmente, lo que me siento es responsable de apoyar en todo lo que en mi mano esté aquellas iniciativas que tengan como fin, independientemente del lucrativo que también vale, la promoción y el impulso de Granada y su provincia. El fútbol es un espectáculo que cada vez me aburre más o...me pone menos, y salvo mi obstinada debilidad por la selección española (deber patrio) y los ramalazos madridistas que me permiten entablar inútiles y a la par divertidisimas discusiones con el bueno de Dani, por lo demás, esto del fútbol me la refanfinfla. Pero, qué diantres! hablamos del equipo que con una camiseta rayada al revés, se ha empeñado en darnos una alegría y una lección. La alegría es el ascenso, la lección es que mientras haya voluntad, a pesar de fallar una y otra vez, siempre hay opciones.
El caso es que el fútbol me da un poco igual, y por eso y por otras muchas razones, ayer, mientras que "el resto de los mortales" cantaba el gol de Ighalo en el campo( los que pudieran), en los bares, o donde se pudiera ver retransmitido el encuentro; mi compañero y amigo Fernando, socio del Granada por cierto, y yo nos afanábamos en preparar el vivac al lado de un apestoso aprisco a 2400 mts de altitud, pero con un caño de agua que nos recompuso después de casi trece horas de pateo y pseudo-exploración por una de las vertientes de acceso menos frecuentadas de Sierra Nevada.
Bendita FM y bendita radio. Ahora, ya en la comodidad del sofá de casa, tras otras doce horas de andurreo con salida por, cómo decirlo... la "otra puerta" de la sala, os digo que no solo cantamos casi en directo el gol del Granada, sino que bajo un cielo de estrellas maravilloso con una Osa Mayor al alcance de los dedos, nos desgañitamnos con dicho gol, animamos y vitoreamos a los jugadores, sufrimos con el equipo en el último tramo, nos cabreamos con los cinco minutos de alargue, y al fin nos abrazamos coreando a dos voces Vamos mi Granada, Vamos Campeón!
En breve contaré lo de éste par de días, pues no hubo desperdicio, pero hoy, porque es de justicia y así lo ruego, mi enhorabuena para el Granada.
SI AMIGO, Y EN HONOR AL GRANADA AMBOS LLEVAMOS NUESTRAS PRENDAS DE COLOR ROJO, BESAMOS EL ESCUDO Y LO MAS CURIOSO, EMPEZAMOS A PREOCUPARNOS POR LOS FICHAJES DEL MADRID, COÑO YA SON RIVALES DIRECTOS.....
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