Hoy no debería hablar de esto. Es mas, tras unas semanas en las mi modus vivendi ha variado por completo y en las que me he descojonado todos los huesos transportando una vivienda entera a mis espaldas( otra vez ), este relato debería de hablar de mi viaje a Disneyland con los niños. Así debería ser.
Pero no, la suerte ya estaba echada ayer. A eso de la una de la tarde, la visitante mas inoportuna de todas subió a bordo del Cazaminas M-34 TURIA.
Yo creo que era mas o menos el año '88 cuando empezamos a ir por ahí juntos. Javi siempre fue un niño hábil y valiente, un poco arrogante a veces, pero siempre noble. El resto del grupo éramos Alex, Migue, Josele, José Alberto y yo, y desde siempre hicimos buenas migas juntos. A todas horas andábamos por ahí haciendo cosas, inventando, divirtiendonos en definitiva. Muchos fueron los momentos que juntos llenamos de vida; infinitas las veces que nos hicieron falta muchos mas de los sesenta segundos de cada minuto, y vive Dios que de cada uno de esos ratos conservo claro recuerdo.
Javi entro en la Armada después de superarse a si mismo como lo hacen los grandes. Recuerdo que el año antes de COU le habían quedado cinco o seis asignaturas, y Don Luis y Miriam lo mandaron a Campillo. Aquello fue la hostia, era como si a un colega lo hubieran mandado a Carabanchel! Pues el tío lo saco todo, y al año siguiente se fue a San Javier a prepararse el ingreso en el ejercito, hecho que por supuesto consiguió. Ole tus huevos.
De ese verano en el que entró en la Academia General de la Armada, en Marín, aun recuerdo a su madre sentada en el sofá de Calahonda, toda nerviosa porque esa tarde televisaban "Cateto a babor", de Alfredo Landa, y salía el cuartel donde él estaba!
Al año siguiente recuerdo que Javi tuvo permiso en Navidad, y se prolongaba hasta mediados de enero por lo que por primera vez en muchos años, pudimos celebrar juntos mi cumpleaños...agarramos una de órdago como no podía ser de otra forma.
Javi ha sido siempre un tío excepcional en todos los sentidos, y enumerar sus cualidades como ser humano seria interminable, o no, porque en realidad solo hay que quitar lo malo, pues nada malo tenía. Para mi, Javi era un amigo ejemplar. Estaba lleno de vida, de ilusiones, de sabiduría, de sentido del humor, de un millón de cualidades que le hacían un ser único y excepcional. Pero si tuviera que elegir una de sus características, me quedaría con su lealtad. Nunca en mi vida he conocido ni conoceré a una persona tan integra en ese aspecto. Javi jamás hizo un feo a nadie a quien respetara, incluso cuando aquellos no fuesen del todo respetables. Javi estaba contigo hasta el final, así era, y nunca mostró duda ni titubeo. No falló nunca.
Ayer, mientras conducía las dos horas largas hasta llegar a Algeciras, me invadieron los recuerdos de situaciones en las que hemos estado juntos. Sin pretenderlo fui egoísta, y casi todas las que aparecieron fueron de momentos en los que solo estábamos el y yo. Ahora, mientras escribo esto, tras haber hecho junto a el el ultimo viaje de vuelta a Granada, no paran de venirme otros mil recuerdos de cosas en las que participábamos todos juntos. Sonrío y lloro, y es que, joder Javi, que bien lo hemos pasado!
Hay que quedarse con eso, se supone. Con ese buen recuerdo, con esa ultima sonrisa. Lo intentaré, te lo prometo, pero no me quito de la cabeza un par de asuntillos, esos de los que a ti también te hubieran jodido. A Javi le quedaban aun por hacer muchísimas cosas mas, y sin embargo eso ya no podrá ser, ya no las podremos compartir, y esa herida perdurara. Por otra parte, no puedo dejar de pensar en Nuria, de sus niñas y por supuesto el resto de su familia. La busco, pero para ninguno de ellos he tenido ni tengo ni una sola palabra de consuelo, pues nada de lo que yo diga o haga puede amansar a la fiera de dolor que ahora corre en su interior. No me puedo imaginar lo que debe estar pasando por sus cabezas; no me puedo imaginar el dolor de un padre que ha de enterrar a un hijo; no me puedo imaginar el vacío de esa madre; no me puedo imaginar el desconsuelo de esos hermanos; yo solo era su amigo, y lo único que se es que también ha muerto una parte de mi.
Amigo mío, espero que navegues mucho allá donde vayas. Se que pronto tendrás tu casita en la Tarifa de los justos, y tu apartamento a pie de pista cerca del mejor de los valles. Tomate un Marques de Murrieta a mi salud, y después si encarta un Brugal de redecilla. Acá, pegados a esta tierra de injusticias y desamparo, a esta vida de mierda tan caprichosa como cobarde te honraremos cada vez que podamos, te doy mi palabra.
De lo que tu sabes, no te preocupes. Desde hoy ya es una de mis prioridades, y estaré tan pendiente como me sea posible.
Ya siempre estaré un poco mas solo.
Que Dios lo tenga en ese lugar privilegiado donde se encuentran las personas buenas y de fuerzas a todos los que le querian para afrontar esta terrible desgracia. Mi cariño más sincero para todos. Salvador Camacho
ResponderEliminarLo acabo de leer Sei y me ha gustado mucho, pero mucho y lo sabes....como hablamos tantas veces lo mejor es honrarlo y predicar con el mejor de los "brindis": que sean estas las balas que atraviesan nuestros corazones!!!
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