Me han pedido que escriba unas lineas para describir el viaje del verano pasado y esto es lo que ha salido.
El viaje se desarrollo durante 8 días.Haciendo una primera escala en Barcelona, y desde ahí directamente hasta Carpentras,localidad de la Provenza que se encuentra a 15 Kms. de Bedoin, inicio de puerto del Mont Ventoux en los Alpes franceses. El paso por Barcelona se limito a una escala pura y dura para no hacer los 1400 kms. de golpe, de manera que el segundo día de viaje, y tras visitar Nimes y su famosas Arenas (Antiguo Coliseo Romano reconvertido hoy en día en plaza de toros y museo taurino), llegue a mi destino cerca del Mont Ventoux. Son muchos los aficionados al ciclismo que se acercan durante el verano para subir el mítico puerto, de hecho, el día que subí pude ver a mas de 400 personas en la carretera, pero cuando el Jerome, el recepcionista del hotel me preguntó de donde venía, cuando le dije que desde Granada el tío se quedó flipado. Actualmente, la Provenza, y en concreto las "Cotes do Ventoux", es una de las zonas vinícolas de mayor proyección, y los caldos que producen son de altísima calidad. Así que gracias a Jerome, no tardé en conseguir que al día siguiente me recibieran en una bodega local.
Al día siguiente, a las 8 a.m. comencé mi ascenso al Ventoux. Como todos los grandes puertos del Tour de Francia, está cargado de imágenes y sensaciones emocionantes. Lleno de gente con el único objetivo de la conquista de lo inútil. Para las 14 hs. ya estaba de nuevo en el hotel, así que con el tiempo justo para comer (a esa hora allí ya es tardísimo) me pegué mi pequeño homenaje. Tras una buena siesta me fui a por el vino."Domaine do Cambades", es una propiedad familiar. El creador, un antiguo ingeniero, llamado Hèvè Vincent, me recibió entre escéptico y asombrado de que un tío de tan lejos se presentara de esa forma. Es más, yo hablo francés pero es que él ni español ni ingles. Así que solo gracias a que al rato llamó a su cuñado que si hablaba inglés nos pudimos entender. Solo decir dos cosas: que entré allí a las seis de la tarde y salimos a las doce de la noche . Y que probamos todos los caldos maravillosos que tienen; blancos afrutados magnificos; rosados sorprendentes; y tintos inconmensurables. Una experiencia vamos.
Al día siguiente de nuevo paliza de coche de 500 kms. hasta el Pas de la Casa (Andorra). Cuando llegue al hotel, André, un brasileño que hace desde recepcionista a camarero, me decía- ¿pero en serio que vienes desde Granada para salir en bicicleta? otro me me tomo por trastornado.
En Andorra hice dos días de bici, que también coincidían con final de etapa o paso del Tour. El primer día dibujé una etapa saliendo desde Canillo. Desde ahí, bajé hasta Andorra la Bella, ascendí hasta la Estación de Arcalís, descendí de nuevo hasta Ordino, y tras subir el Col de Ordino llegué de nuevo a Canillo. Cinco horas de bici de la buena. El segundo día el recorrido fue más sencillo pero no menos duro pues saliendo desde la frontera Francesa, hice una primera subida del Port d´Envalira, bajé hasta Andorra la Bella, y dando media vuelta, ascendí los mas de treinta kilómetros del puerto, para llegar de nuevo al hotel tras 6 horas de bici. Día duro también.
El día siguiente fue de "descanso" de bici y me dedique solo a dar un andurreo de siete horas para coronar a pie el "Mont Malus" y el "Alt del Cubil" en el sector de "Grau Roig".
El penúltimo día, me levante a las 5 a.m. metía la "flaca" en el coche, y me hice los 250 kms. que hay hasta Arreau, en los Pirineos Atlánticos. A las 9 de la mañana, empezó la "etapa reina" de mi Tour de Francia personal. En primer lugar coroné el Col d´Aspin. Tras un rápido descenso de casi 22 kms. llegue hasta St. Marie de Campan, que es desde donde empiezan las primeras rampas del mítico Tourmalet. 19 kms. después, con muchísimo calor y mucho cansancio, por fin pude gritar orgulloso-yo he subido el Tourmalet! pero ahí no termino el día pues de nuevo tuve que descender hasta Campan, y ahora subir de nuevo el Aspín por la cara más dura, y bajar hasta Arreau.Seis horas después, más cansado que contento, empecé mi regreso en coche hasta El Pas de la Casa, esta vez pasando por el Valle de Arán y así parar en Sort y comprar un par de decimos de lotería de navidad. A las 11 de la noche, a mitad de un magnifico T-Bone de buey regado con un buen vino , el camarero del "Bon Profit" me movía el hombro para despertarme porque estaba "listico"
Al día siguiente, 1130 kms. de viaje y de nuevo en Granada.